No hagas promesas que no puedas cumplir. Sobre todo, porque la promesa con un Dios es "no se puede romper" " Te he estado esperando. Cumplamos la promesa que una vez hicimos.” Satomi regresa al campo donde paso su infancia, después de 12 años. La persona que la saludó fue un llamado Oboro. Cuando Satomi era niña, le hizo una promesa a este autoproclamado dios. Satomi tiene que hacer realidad el deseo de Oboro. Empezó por vivir con él… dios Ante la difícil tarea de “hacer feliz a un Dios”, Le preocuparán unos completamente diferentes. ¡No sabe nada del sentido común humano! ¡No sabe lo que es el espacio personal! Además de eso, por alguna razón, ¿¡su afinidad es muy alta...!? Mientras se deja llevar naturalmente por el… Los días pasan de… manera sorprendentemente satisfactoria y poco a poco Satomi comienza a sentirse cómoda, pero… Después de un día, la relación entre los dos cambia.